Hola, hola página en blanco. Y también a ti, quien lee estas letras y que, así como yo, poco a poco les va encontrando sentido. Porque al final justamente de eso trata lo que ahora escribo: Encontrarle sentido. No a la vida, no al flujo del tiempo, no a la fecha de hoy, sino a lo ronda dentro de mi cabeza; sé que en alguna parte dentro de mis pensamientos que van como ráfagas de viento en una anunciada tormenta, debe haber algún sentido. Casi siempre hallo una respuesta, ¿sabes? A veces está muy al fondo de una crisis disfrazada de mal humor, somnolencia y hasta indiferencia. Otras veces la respuesta viene después de un llanto de como, máximo, dos minutos porque no puedo pasarme media tarde - o noche - escondida dentro del baño.
Si fuera un personaje sé bien que no sería la protagonista… Tampoco aguantaría serlo, no hoy, no en un día que parece ser bueno, cálido, calmo, idílico para hacer aquello que he querido hacer durante días. ¿Pero por qué, por qué cuando las cosas pintan ser como tanto imaginé y esperé, yo he de sentirme comprimida por mí misma?

Si fuera un personaje, es probable que tuviera un antagonista. Uno que es tan parecido a mí, pero no es mi gemela, tampoco un clon de mí, sería más bien… Como la sombra de Peter Pan, ¿sabes? Esa figura que es tan de él pero con una voluntad propia como para desconectarse, desprenderse de Peter y vivir - aunque sea por media escena - a sus anchas. Y así me siento a ratos… No es que esté triste, ya me he auto medido y te puedo garantizar que no, esto no es por tristeza. ¿Quizá sea un tipo de desvalorización? Realmente no lo sé. Creo que, en todo caso, no sería enteramente sobre mí, más bien sería a la expectativa sobre lo que llegase a hacer. O no hacer.
A menudo me pasa que me ilusiono tanto con mis expectativas que siento un nudo en el estómago, mis manos cosquillean y mis mejillas sienten el calor de la energía que recibe mi cuerpo debido a la emoción; con todo y eso, tanto a mi cuerpo como a mi mente, le es difícil descifrar si todo eso es por algo bueno o por algo malo que ha de pasar. Los resultados que quedarán tras finalizar ese “algo” son inciertos y eso, para mi acostumbrado y muy mal guiado hábito de analizar y sobre pensar las cosas, le es agotador.
Pero todo esto tiene un origen… Quiero creer.
No hace mucho escribía que todo tiene un origen, no hay nada que se haga nada más porque sí y eso se debe, a que todo se origina desde un impulso, una sensación, un reflejo. Cada cosa y suceso nace de alguna parte. Hoy, este inexplicable caos que me mantiene en espiral, puede tener su origen en que he leído a demasiadas personas tratando acerca de cuán insuficientes se siente en la vida, de las personas que han dejado huella y cicatriz en su corazón, de lo perdidos y solos que se sienten y cómo el avance tecnológico les hace sentir relegados y, al mismo tiempo, desafiantes y renuentes al cambio. Todas estas emociones son como el combustible erróneo para mi tipo de motor. Me siento como esponja sin ser bien exprimida después de agarrar tanto jabón y ser reutilizada tantas veces en la misma agua sin ser cambiada…
Y lo malo de sentirme como una esponja que ya lleva tiempo de uso, es que no sé si realmente podré quedar bien desenjuagada, ¿me explico?
No quiero decir que leer esas cosas esté mal. Tampoco digo que esté bien ignorar aquello, porque, siendo realista, más de algo descubro o bien, aprendo y también me es útil como prevención de malos sucesos. En cierto modo sería válido decir que me dejan en un estado de alerta/consciencia. Pero en un día como hoy, cuando me siento vulnerable y como un objetivo fácil de una innecesaria crisis que me agota el cerebro y me hace llorar sin razón… No se siente correcto ser consumidora en ninguna parte; no en Pinterest, no en Instagram, no en YouTube y posiblemente tampoco aquí.
Si fuera un personaje y me preguntaran cuál es mi motivación o simplemente sobre qué estoy haciendo y el por qué, mi línea sería: — Respirar. Porque siento que si no me hago consciente sobre que debo respirar, mi papel en esta historia no podría ser.
Si fuera un personaje, de dibujo, en live action o simplemente hecho de letras, mi escena o propósito de la historia no sería ejemplar o no sería digno de ser citado, incluso, quizá no sería el más recordado. Puede que tampoco el más relevante ni tampoco resulte interesante, pero estoy bien con ello, porque soy una persona viva y real, que siente cosas que son inexplicablemente reales y no tengo porqué gritarlas, porque me basta con respirar.
Tal vez no halla un quién en ésta tierra que “valide” lo que siento y pienso, que empatice con lo que vivo, ni siquiera tienen porqué comprenderme; tarde que temprano lo descifraré y sabré de dónde se originó esto porque si en algún futuro me viera de nuevo en un incómodo caos interno, sabré cómo manejarlo.
Cuando soy incapaz de hallar las respuestas, Él es quien me calma y consuela. No todas mis oraciones son - o no pueden - ser precisas. Hay días como hoy, en los que mis oraciones se encierran dentro de mi cabeza. Más recuerdo que un día entregué en su totalidad mi corazón a Dios y es en ese momento cuando le digo, “Perdóname, olvidé que debo cuidarlo con más ganas y lo dejé andar donde no le convenía.” ¿Y sabes? Cuando la alta temperatura de la desesperación se apacigua y la calma me invade, mis ojos se escorcen, no por sentirme arrastrada por lo inexplicable como antes, no, es por el hecho de que lo siento a Él junto a mí y puedo sentir la frescura que trae junto a la paz que tanta falta me hacía para recordar, que no soy una esponja mal usada, que no soy una persona incomprendida, que no soy un aburrido personaje; ¡recuerdo quién soy para Él! Lo que soy por y para Él.
pues es Dios quien nos ha hecho; él nos ha creado en Cristo Jesús para que hagamos buenas obras; siguiendo el camino que él nos había preparado de antemano — Efesios 2:10
Y al final, eso era la importante que debía de recordar; que no dependo únicamente del hacerme recordar que respirar para calmarme es la respuesta, sino Él, mi Padre que desde hace tanto, tanto me ha seleccionado por amor y que es en sus brazos donde mejor puedo estar. No importa dónde me halle, sé que mi Padre no me deja andar sola…
Soy una creación maravillosa, y por eso te doy gracias. Todo lo que haces es maravilloso, ¡de eso estoy bien seguro! — Salmos 139:14 TLA
Si lo que has leído aquí resuena contigo, te invito a suscribirte justo en el siguiente botoncito:
Y también, déjame saber tu opinión sobre lo que he compartido hoy:
Nos estaremos leyendo en otra ocasión 👋 😊 hasta entonces, te agradezco mucho que le hayas dado una leída a este alboroto mental 🤭.
Atte:
Hedissa 🌸
Leía por chismoso y encontré un mensaje de fe✨